Me gusta fotografiar, no por la belleza o por la estética. Va más allá de eso.
Para mí la naturalidad de las personas, el cómo se conducen, es la verdadera belleza.
El comportamiento no racional de la gente me lleva a lugares que salen de ser percibidos, ya que al pedirles que “posen”, se desfigura, se transforma el verdadero proceder del cuerpo en movimiento.
Es una especie de demostración al mundo, es una fijación de la realidad y es algo que yo muestro en cada fotografía para señalar que existe en lo “común” algo también no ordinario.
Kayleigh von Luebbert
Estudiante de la licenciatura en Comunicación Visual
8o. semestre